Sam Segal
Ha muerto Sam Segal, el último brigadista llegado de Palestina
Georgia Wever, presidenta de la FFALB (familiares y amigos de la Brigada A. Lincoln) nos ha transmitido esta biografía de Sam Segal junto con la triste noticia que desde Tel Aviv le dió Eran Torbiner. Eran es el realizador de “Madrid antes de Hanita” (2006) un documental que explica las peripecias y dificultades que encontraron los voluntarios judíos de las BI. Posiblemente podamos verlo dentro de poco en Madrid.
El viernes 11 de enero falleció Samuel Segal, el último superviviente de las brigadas internacionales llegados de Palestina. Sam nació en Minsk, ahora capital de Bielorusia, el 11 de enero de 1917, en el seno de una familia religiosa, burguesa y sionista. Su padre, Nahum, era médico y su madre, Esther, era profesora de literatura alemana en la universidad. Jaim Najman Bialik, poeta nacional de Israel, dedicó al padre de Sam el poema HaMatmid, en el que describe a un hombre joven que deja el mundo de la erudición judía.
Los padres y sus tres hijos, Zeev, Raaya y Samuel se fueron a Tel Aviv en 1926. Samuel se matriculó primero en una escuela religiosa y más tarde en otra laica. A Sam le afectaron las consignas sionistas de reclamar los trabajos solo para los judíos, lo que suponía despedir a los árabes. Años más tarde recordaría que un vigilante árabe amenazado con el despido le dijo: ‘¿Es que no merecemos trabajar? ¿No tenemos una familia? ¿No tengo unos hijos que alimentar? Esa consigna de El trabajo para los judíos ¿no es para echarnos del trabajo?’ Todo eso me afectó”. (Extraído del documental Madrid antes de Hanita). Samuel se unió al movimiento juvenil del Partido Comunista, repartía octavillas, trataba de reclutar a más miembros, pintaba consignas y fue arrestado varias veces por la policía del mandato británico, que combatía las actividades comunistas con el apoyo de los sionistas.
“En 1936, al estallar la guerra en España, todos seguían de cerca las noticias que los periódicos daban sobre lo que pasaba en Madrid… La identificación de aquella rebelión militar con el fascismo internacional fue inmediata”. (Madrid antes de Hanita). En julio de 1937 Samuel salió de Palestina con el propósito de unirse a las Brigadas Internacionales. Para tranquilizar a sus padres, les dijo que se iba a España para cubrir la guerra como periodista. “Al cruzar los Pirineos nos constituimos ya en voluntarios. Nos llevaron en tren a Albacete, cuartel general de las brigadas internacionales. Lo que pasaba en las estaciones de tren era increíble; parecía como que nadie se quería quedar en casa al enterarse de que llegaba un tren con voluntarios. No soy un tipo que se emociona, pero no era yo el único”. (Madrid antes de Hanita).
En Albacete, después de hacer algunos disparos, Samuel fue enviado a un grupo de tiradores que recibió entrenamiento en Pozorrubio; luego fue asignado al batallón Mickiewicz, de la XIII BI. Estuvo en Huesca y combatió en Sierras Quemadas (Badajoz) y en Teruel. Después de ser herido fue asignado a una unidad de artillería hasta septiembre de 1938, cuando se decidió la salida de los voluntarios internacionales en la esperanza de que la Alemania nazi y la Italia fascista se retirarían también. Como esto no sucedió, hubo propuestas de seguir luchando y Samuel fue uno de los que se ofrecieron a seguir luchando. Como la idea no fructificó, Samuel salió de España con el resto de los voluntarios. Al haber perdido su pasaporte palestino, sólo podía entrar en el Reino Unido hasta que se determinara su ciudadanía. Semanas más tarde Samuel recibió un pasaporte que le reconocía como ciudadano palestino, pero el Alto Comisionado británico prefería que Samuel permaneciera fuera de Palestina.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial Samuel se presentó al ejército británico y fue rechazado por su pasado comunista. Marchó a vivir a Manchester, donde estudió ingeniería; allí se ofreció a trabajar en una unidad desactivación de bombas. Al final de la guerra se le propuso, debido a su dominio del idioma ruso, trabajar en la sede del gobierno militar en Viena. En 1948, al conocer las noticias del comienzo de la guerra en Palestina, se presentó como voluntario y sirvió como oficial de artillería. Al acabar la guerra Samuel trabajó como ingeniero y después, hasta los ochenta, como abogado, defendiendo a activistas de izquierda en los tribunales civiles y militares. Abandonó la militancia comunista, pero se mantuvo como miembro de varias organizaciones de izquierda como “Haolam Haze-Koah Hadash”, “Sheli” y los veteranos de las brigadas internacionales.
Samuel se casó en 1950 con Drora y tuvieron dos hijos, nietos y bisnietos. Sam volvió a España en muchas ocasiones; tras la muerte de Franco para asistir a los actos de homenaje con los veteranos y amigos. Estuvo en Barcelona en 2008 para participar en el 70 aniversario de la despedida de las Brigadas Internacionales. Vino, como casi siempre, acompañado de su esposa y alguno de sus hijos. Fue el último viaje al país que amó: “España es para mí casi como el país de mis padres, mi país de origen… Es el país por el que luché. Tuve muchos amigos y muchos de ellos cayeron allí… Yo viví aquella tragedia… Aquello fue, con mucho, lo mejor que me ha ocurrido”.