H. Muller

Hermann Müller, otro histórico antifascista alemán nos ha dejado

Nuestro amigo Wolfram Fischer nos ha comunicado hoy que Hermann Müller murió en la mañana del sábado 11 de mayo en una unidad de cuidados intensivos de la ciudad de Chemnitz (Kart Marx Stadt, en la denominación de la anterior RDA). Había nacido el 2 de diciembre 1921 y tenía 91 años.


Hermann se crió en el seno de una familia de la izquierda socialdemócrata. En su juventud se interesó por todo lo relacionado con  el progreso social. Estuvo muy interesado con la lucha del pueblo español, pero su extremada juventud le impidió acudir, como sus otros 5.000 connacionales, a combatir en España. Al estallar la guerra, no obstante, fue enrolado con 18 años en la Wehrmacht, desde donde intentó buscar, y finalmente encontró, contactos con partisanos tanto en Francia como después en la Unión Soviética.

Finalmente pudo desertar y se unió a los partisanos que combatían a los nazis en Ucrania. En cuatro ocasiones pudo fugarse de los esbirros fascistas, a lo que le ayudaron su coraje y sus veloces piernas. Posteriormente cursó una escuela antifascista y aprendió ruso en  la Unión Soviética.

De vuelta a Alemania, estuvo ligado a la KFSR (combatientes y amigos de la España republicana) y como tal prosiguió su combate antifascista y a favor del socialismo iniciado en su juventud. Recientemente, el 27 de abril, viajó Moscú con sus compañeros del KFSR -y de otras organizaciones hermanas, como la AABI-  para asistir al Foro Internacional por la Paz y la Amistad en el Planeta. A pesar de su precario estado de salud, siempre mostró su ilusión y su determinación de acudir. Fue un viaje cansado para él pero, como escribe Kerstin Hommel, “¡Qué bien que Hermann pudiera hacer este viaje con tantos recuerdos e impresiones!” Fue el cierre digno de una vida dedicada a la causa de la paz y del progreso de la humanidad.

El lunes 6, ya de vuelta del viaje, Hermann tuvo que llamar al servicio médico de urgencias. El miércoles pareció mejorar, pero el viernes lo pasó muy mal y su cabeza comenzó a fallarle. “¿Dónde estamos?”, decía “¿en Paris?”. Wolfram, que le estuvo atendiendo los últimos días, le prometía llevarle las películas que pedía y nos confiesa que los últimos pensamientos de Hermann estuvieron con sus compañeros de lucha y con el KFSR. Así lo expresó el último día que tuvo su mente lúcida, el miércoles 8: “¡Muchas cordiales felicidades a todos los amigos por el 9 de mayo, el día de la Victoria!” Fue su último deseo.

 Salud, compañero Hermann