Virgilio nov17
Visita a Madrid de Virgilio Fernández
Hace una semana llegó a Madrid el interbrigadista Virgilio Fernández en compañía de su mujer Estela Cordero.
Durante estos días le hemos acompañado a diversos lugares, como Vicálvaro, donde contempló el recién inaugurado monumento de las Brigadas Internacionales (BI) y donde fue entrevistado por Myriam Soto para la Cadena Ser. Ese día varios compañeros de la AABI estuvimos ultimando detalles del monumento: pintura antivandálica y aplicación de color rojo vivo para la estrella, como se ve en el reportaje de Óscar Rodríguez.
El sábado estuvo en la Ciudad universitaria. Le acompañaron dos equipos de documentalistas, italiano y de Albacete, que aprovecharon la presencia de Virgilio para entrevistarle. También acudimos un grupo numeroso de amigos que quiso saludarle junto al monumento de las BI. Casualmente pasó por allí un grupo de jóvenes que estaba haciendo un paseo memorial por la CU y que quedó gratamente sorprendido por la coincidencia. El grupo le entregó el ramo de flores que llevaba para otro destino. A continuación Virgilio fue a visitar la Casa de Velázquez para ver la placa, inaugurada en 2013, dedicada a los voluntarios, principalmente polacos del batallón Dombrowski de la XI BI, que allí lucharon contra el fascismo.
El lunes tuvo lugar el encuentro de Virgilio con los amigos madrileños en la librería Sin Tarima. Fue un acto cálido donde demostró el temple de lucha contra la injusticia que aún conserva este joven de casi 99 años. El artículo publicado por el Diario.es refleja bien su pensar y sentir ante los problemas actuales.
Mañana miércoles Virgilio será recibido por el Ayuntamiento de Madrid, un acto de obligado homenaje a él y a todos los que defendieron Madrid en aquellos días de angustia pero también de gloria; días en los que Madrid se convirtió, en palabras del diputado de Izquierda Republicana, Fernando Valera, en “la frontera universal que separa la libertad de la esclavitud”. Días en los que el poeta Antonio Machado escribió:
Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas.
Virgilio cumplió con su deber atendiendo a los heridos en los puestos de campaña. Él, como tantos otros cientos de sanitarios y sanitarias, contribuyó a salvar vidas y restañar heridas. Pero sigue renegando de las guerras que solo sirven a los intereses de los poderosos y donde el pueblo solo es carne de cañón.
Regresará a Guanajuato, México, este jueves. Nos ha dado un testimonio vivo de aquellos luchadores por la libertad –españoles e internacionales- que libraron la primera gran lucha contra el fascismo. Fue un ejemplo para todo el mundo.
Gracias y Salud, Virgilio