Obituario de FIBI de Manus O’Riordan
- Manus O’Riordan 1949-2021
El repentino fallecimiento de Manus O’Riordan el domingo 26 de septiembre fue un shock masivo para todos los que nos relacionamos con FIBI, porque muchos de nosotros compartimos con él nuestra conmemoración anual de Sliabh Foye en Omeath, Co Louth, la tarde anterior. Manus había llevado con orgullo la bandera de la Columna Connolly del difunto Jer O’Leary al memorial en honor a siete brigadistas de Co Louth, en la ladera que dominaba la magnífica ría de Carlingford Lough, donde habían sido esparcidas hace tiempo las cenizas de su madre, Kay, y su padre, Michael.
Había llevado esta bandera a muchos eventos a lo largo de los años, más recientemente en una reunión comunitaria para expresar solidaridad con el pueblo palestino durante el bombardeo de Gaza. Y, como de costumbre, aunque claramente se estaba deleitando con aquel hermoso día y con la cordial compañía, tuvo que apresurarse a ir a otro evento. El sábado por la noche fue a una sesión de canto en su Dublín natal, aunque podría haber sido cualquier otra cosa, desde un partido de fútbol hasta su aparición como principal orador en un simposio académico en el oeste de Cork.
Mientras se dirigía hacia su automóvil después de que se colocaran las coronas de flores y se rindiera homenaje a Eddie O’Neill, miembro fundador y presidente de FIBI, fallecido el pasado julio, las despedidas habrían estado sonando en sus oídos y podría haber estado esperando la reanudación de nuestra conmemoración anual del Valle del Jarama el próximo febrero. Lamentablemente, no fue así. El domingo por la noche, nuestro amigo y camarada, incondicional del movimiento antifascista y figura clave en la preservación de la memoria de las Brigadas Internacionales, nos dejó desamparados.
Manus era un hombre que llevaba muchos sombreros. Además de ser miembro del ejecutivo de la FIBI, ocupó el cargo de Secretario de Irlanda para el International Brigades Memorial Trust (IBMT). También fue un sindicalista, activista político, polemista, escritor y cantante de cierta reputación. Se crió en la zona de Portobello en Dublín, pero su experiencia difícilmente podría haber sido más internacionalista. Su padre Michael era un veterano del IRA de Cork que más tarde se convertiría en el Secretario General del Partido Comunista de Irlanda. Brigadista, fue herido en la colina 481, cerca de Gandesa, en la última gran acción de la Guerra Civil Española: la ofensiva del Ebro, en 1938.
Como admitió Manus, él y su difunto padre no siempre coincidían en sus ideas políticas, pero siempre estuvieron unidos en su orgullo por el heroísmo de los Brigadistas Internacionales que defendieron a la República Española en la lucha contra el fascismo. No solo creían en la nobleza de sus ideales, sino que se dieron cuenta de la necesidad de preservar su memoria para inspirar a las generaciones futuras.
El fin de la dictadura tiránica de Franco tras su muerte en 1975 allanó el camino para que un nuevo régimen reconociera públicamente el papel desempeñado por aquellos voluntarios internacionales que habían luchado por la República. Los veteranos supervivientes fueron bienvenidos y recibidos calurosamente. En 1988, Manus acompañó a su padre a los antiguos campos de batalla por primera vez y asistieron a la inauguración de un monumento en Barcelona.
Le gustaba contar una anécdota particular de este viaje especial. Michael levantó el vaso y bromeó: “¡Me ha llevado 50 años tomar una cerveza en Gandesa!” Afortunadamente, ¡no sería el último! En los años siguientes, la pareja asistiría a muchos más actos conmemorativos en Madrid, Catalunya y Euskadi. Y Manus se haría amigo de muchos de los camaradas y compañeros veteranos de su padre, incluidos Bob Doyle, Eugene Downing y Peter O’Connor.
En mayo de 1996, la entonces presidenta de Irlanda, Mary Robinson, inauguró en Beresford Place, frente a Liberty Hall, Dublín, una estatua que conmemoraba el 80 aniversario de la muerte de James Connolly. El menguante grupo de brigadistas irlandeses supervivientes ocupó un lugar de honor en la ceremonia, lo que llamó la atención de la Presidenta. No es difícil detectar la mano oculta de Manus detrás de este reconocimiento tardío.
EN 2016, cuando el actual presidente de Irlanda, Michael D Higgins, ofició en la Junta General de Accionistas de IBMT en Liberty Hall, Manus declaró: “Irlanda debería estar, con razón, orgullosa de estos voluntarios que lucharon contra el fascismo y por la justicia social. El reconocimiento de su sacrificio y su papel inspirador en la guerra en España tardó mucho en llegar, pero en los últimos años ha sido alentador ver una mayor conciencia pública y un reconocimiento oficial de los voluntarios irlandeses”.
Gran parte de esta mayor conciencia pública y reconocimiento oficial se debió a la incansable campaña de Manus contra la distorsión histórica y de los medios de comunicación. Era un aguijón continuo de aquellos que buscaban retorcer las acciones de los brigadistas, desafiando su propaganda con cartas a los periódicos y artículos bien argumentados en varias publicaciones autorizadas.
En 2013, Manus fue convencido para que combinara su papel como secretario de IBMT con un puesto ejecutivo en FIBI, que había evolucionado a partir de The Friends of Charlie Donnelly, una organización formada por Eddie O’Neill, Bob Doyle y Harry Owens, para honrar la memoria del joven poeta de Co Tyrone que cayó en la batalla del Jarama. Manus se sintió atraído por el activismo de la FIBI, que había establecido contactos muy estrechos dentro del municipio de Rivas-Vaciamadrid y había erigido, en 2010, un memorial conmemorativo construido con piedras de cada uno de los condados de Irlanda, con vistas al campo de batalla del Jarama.
Desde entonces, FIBI amplió su acción, desarrollando fuertes lazos en España y Catalunya. Ha construido varios memoriales similares en toda Irlanda y está involucrado en una extensa investigación sobre hombres y mujeres nacidos en Irlanda que lucharon contra Franco. A lo largo de la última década, Manus ha sido una parte intrínseca de nuestros muchos esfuerzos y eventos cercanos y lejanos para mantener vivos sus recuerdos. Fue uno de los pilares de la Conmemoración anual del Jarama y participó en la planificación y asistencia a las conmemoraciones en Lopera, Brunete, San Pedro de Cardeña, así como en muchos lugares de Irlanda de particular importancia para la Connolly Column.
Quizás el viaje más conmovedor al extranjero ocurrió en 2018 cuando FIBI marcó el 80 aniversario de The Retreats, donde su padre Michael resultó herido. Manus y su hermana, Brenda, estaban hombro con hombro en el lugar junto al río Ebro por donde su padre había cruzado camino del combate. Él también había llevado una bandera a la batalla.
Manus tenía un intelecto agudo, que usaba para refutar cualquier insulto a la memoria o reputación de los voluntarios de la Brigada Internacional. También fue tenaz en su búsqueda de revisionistas históricos, periodistas perezosos e investigadores descuidados. Derribaría sus viejos prejuicios con argumentos forenses precisos, tajantes. A lo largo de los años, a menudo tuvo que desafiar las difamaciones contra Frank Ryan, Bob Doyle, Charlie Donnelly o las Brigadas en general. No tardaba nunca en enfrentarse a los vendedores ambulantes de distorsiones derechistas.
En una carrera larga y variada como dirigente sindical, fue economista en el Irish Transport & General Workers Union (ITGWU), pero probablemente fue más conocido como Jefe de Investigación en SIPTU, cargo que ocupó con distinción durante muchos años. Fue un destacado historiador laboral y un consumado cantante tradicional, tanto en irlandés como en inglés. Los afortunados de pasar un tiempo en su compañía apreciamos tanto su amor por la canción como su extenso repertorio.
También era un ávido partidario y miembro orgulloso de su club de fútbol local de la Liga de Irlanda, el Bohemian FC. Su hijo Luke es el director de comunicaciones del club y su hijo mayor, Neil, también es miembro. La historia de amor familiar con el club continúa hasta sus nietos. El lunes por la noche, al día siguiente de su muerte y solo tres días después de haber asistido al que sería su último partido, la afición de ambos clubs guardó en el Oriel Park un respetuoso minuto de silencio antes del partido del Bohemian con el Dundalk. Los fanáticos de los Bohs rindieron homenaje con una gran pancarta: ‘RIP Manus – ¡No Pasaran!’.
Echaremos de menos a nuestro camarada caído, pero nuestros pensamientos están ante todo con los que han perdido a su padre, abuelo, hermano o pareja. Nuestro más sentido pésame a todos los miembros de su familia.
Con la muerte de Manus, tan poco tiempo después de Eddie, somos conscientes de la enorme deuda que tenemos con ellos por la enorme contribución que han hecho al legado de los luchadores antifascistas de la década de 1930 y por la continuación de esa lucha en el presente. Creemos que no hay mejor homenaje que podamos rendir a Manus y Eddie que asegurarnos de que su trabajo continúe. FIBI se basará en los sólidos cimientos que ha sentado.
La Lucha Continúa