VOLUNTARIOS GRIEGOS EN LAS BRIGADAS INTERNACIONALES (basado en los recientes estudios de la historiadora griega Magda Fytili )

 
 
Unos días después del golpe de estado de Franco, el general Giánis Metaxás dio otro de igual signo en Grecia. Eso dificultó mucho la participación de voluntarios griegos en la guerra civil española, pero no lo pudo impedir completamente, y generó en los helenos la sensación de que no solo luchaban por la República Española, sino que combatían contra el régimen dictatorial de su país y los que le apoyaban. Hasta 2000 voluntarios estuvieron organizados para venir a España, aunque finalmente muy pocos consiguieron salir de su país y llegar a la zona republicana. El sindicato marítimo y los armadores ayudaron a que algunos llegasen a Marsella y, desde allí, se les podía trasladar a España. A los venidos directamente desde Grecia, la mayoría miembros del Partido Comunista Griego (KKE), y muchos de ellos marineros, se unieron otros muchos emigrantes griegos de primera y segunda generación, que llegaron sobre todo desde Estados Unidos, Canadá, Francia y Bélgica, y un buen número de miembros de la población griega de regiones no integradas dentro del país, principalmente la isla de Chipre. En total, unos 600 griegos pudieron combatir en el Ejército Popular Republicano encuadrados en las Brigadas Internacionales, aunque el historiador griego Dimitris Paleologópulos, autor del libro Voluntarios Antifascistas griegos en la Guerra Civil Española, calculó, a la baja, unos 400. 
 
Inicialmente los griegos se integraron en la XI y en la XII BI. A medida que fue aumentando su número y cuando se creó el batallón Dimitrov (principios de 1937) la mayoría se incluyó en este batallón balcánico. Posteriormente, a mediados de 1937, teniendo en cuenta los numerosos griegos provenientes de Norteamérica, se creó la compañía Nikos Zajariadis (en honor al secretario general del Partido Comunista Griego), dentro del batallón Lincoln de la XV Brigada. Su comandante era Yiannis Pantelias, carpintero, bajo el seudónimo de Yiannis Margaritis, vice comandante era Anagnostis Deliyannis, trabajador del tabaco, bajo el seudónimo de Yiannis Siganos, y el comisario político era Kyriakos Stefopoulos, trabajador ferroviario, conocido como Dimitris Perros. No obstante, muchos griegos prefirieron seguir en las unidades en las que se encontraban, especialmente los chipriotas y los que habían venido desde la emigración. En todas estas unidades los voluntarios griegos, muchos de ellos marinos, dieron un ejemplo de  bravura y de generosidad internacionalista.
 
En la Batalla de Belchite, de los 75 griegos que en ese momento se encontraban alistados en esta compañía, solo sobrevivieron 17, por lo que tuvo que disolverse. En noviembre de 1937 se recompuso con el nuevo nombre de Rigas Feraios (héroe en la lucha de independencia griega contra el Imperio Otómano).Así en Teruel, el primer infante en entrar en la ciudad siguiendo a los tanques fue el griego Minás Zomaídis.
También tenemos noticias de al menos tres mujeres griegas, venidas de Canadá, que participaron como enfermeras: Maria Nikoláou, Eleni Nikifórou y Toula Ioannou.
En la despedida final de las Brigadas Internacionales, hubo un acto en homenaje a los brigadistas griegos, en el que participaron los supervivientes, la mayoría heridos, y varios marineros griegos que habían llegado al puerto de Barcelona para llevar suministros a la República. 
Desde ese momento los griegos fueron abandonando España con dirección a Estados Unidos e Inglaterra, puesto que no podían volver a su país. Algunos se quedaron hasta la retirada final, pasando a Francia, y algunos a la Unión Soviética. Muchos griegos veteranos de las Brigadas Internacionales, formaron parte de la resistencia al ejército nazi en diferentes países de Europa durante la inmediata Guerra Mundial.