Cálido ambiente republicano en Limerick-Irlanda

Un intenso fin de semana ha inundado Limerick de color republicano español.

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Charlotte Ryan Wetton, nieta de Frank Ryan, con Mike McNamara, uno de los impulsores del monumento

Se celebraban una serie de actos, en el contexto de “Limerick, capital de la cultura europea”, dedicados a recordar a los seis voluntarios que desde esta ciudad marcharon a España a luchar junto a los republicanos. No en vano el título del libro publicado en esta ocasión es From the Shannon to the Ebro, una metáfora que señala la corriente profunda que unió a ambos pueblos simbolizados por los dos ríos más importantes de los respectivos países. El Shannon, que desemboca en Limerick, une las tierras de Irlanda y recoge lo mejor de sus hombres, aquellos que fueron a Iberia a defender la libertad y cuyo último esfuerzo lo hicieron en la batalla del Ebro.

El homenaje era obligado. Limerick era una de las pocas ciudades importantes de Irlanda donde faltaba un recuerdo a la memoria de aquellos luchadores. Hace dos años, tras asisitir a la 5ª marcha del Jarama, un grupo de amigos comandados por Ger MacCloskey, decidieron formar el Comité pro homenaje a los seis de Limerick (LIBMT). Éste entró enseguida en contacto con el Ayuntamiento y otras entidades cívicas al objeto de implicarles en el proyecto. Tuvieron un éxito inesperado. También lo tuvieron con el artista local Simon Donnelly, que aceptó el reto de diseñar y realizar el monumento. Finalmente comenzaron a recoger fondos mediante subscripción pública y a preparar los actos que este fin de semana han tenido lugar.

Y efectivamente, el viernes 12 de septiembre se abrió el programa de actos en un edificio de hondo significado histórico: el Mechanics Institute, un centro sindical donde recibieron formación numerosos trabajadores desde finales del siglo XIX y que durante una semana del año 1919 fue cuartel general del Soviet de Limerick, una insurrección, dentro de la lucha por la independencia de Irlanda, que fue aplastada por las fuerzas británicas. Los oradores fueron subiendo la temperatura de la sala, que estaba a rebosar, y dieron un buen impulso al desarrollo del programa. A continuación se proyectó el musical de Karl Lewkowitz Good Bye Barcelona, por muchos conocido en Madrid ya que la AABI lo proyectó por primera vez en 2012 en la Biblioteca Valdecilla.

El sábado estuvo dedicado al desarrollo de un Simposio sobre Limerick, Irlanda y las BI. Pasaron por la tribuna un buen panel de especialistas que fueron explicando diferentes aspectos de la participación de Irlanda y los irlandeses en su lucha contra el fascismo. Después, ya al final del día, fuimos regalados por un buen concierto en el que cantaron Peter Donnelly y, a continuación, Andy Irving. La sala, el Belltable Arts Centre, estaba llena, y el público entregado.

Y llegó el gran día. El domingo 14 la cita era a las 11,30 de nuevo en el Mechanics Institute, el que por una semana fuera cuartel general del soviet de Limerick. El ambiente era festivo y animado más aún con los colores de las pancartas y estandartes de diferentes sindicatos y agrupaciones que iban a participar en los actos. Para redondear el ambiente, un grupo de unos quince veteranos del Ejército nacional de Irlanda, que participaron en las operaciones de paz de las Naciones Unidas, esperaban pacientemente su turno uno de ellos enarbolando la enseña republicana. Al aparecer la banda de música se inició la marcha que atravesó la ciudad a paso lento, acompañada por el sonido de los tambores y de las viejas melodías que el metal de la banda iba desgranando.

La comitiva se encaminó al Ayuntamiento, el lugar donde estará emplazado el monumento que se iba a inaugurar. Un grupo de trescientas personas, muchas venidas de países de Europa y de América, se agolpó en el patio abierto hacia el río Shannon. Un sol pálido, típicamente irlandés, pretendía alegrar una fiesta que, por otro lado, tampoco lo necesitaba. A la una del mediodía comenzó la emotiva ceremonia donde sucesivos oradores fueron explicando el sentido del acto y del monumento. Cabe mencionar, entre sus nombres, los de Cinta Romblado, una profesora onubense en la Universidad de Limerick, Ger Mac Closkey, el alma del homenaje, y Jack O’Connor, presidente del Siptu, el sindicato más importante de Irlanda. Pero la intervención más significada fue la de Kevin Sheahan, Director Ejecutivo del Ayuntamiento, quien declaró de forma clara el apoyo financiero y político que el Ayuntamiento había dado al Comité de LIBMT y a todas las entidades cívicas que se implicaron en el homenaje. “De esta manera, terminó, la autoridad local está encantada de haber contribuido la realización de un memorial público permanente a estos seis brigadistas de Limerick”.

¡Qué actitud tan diferente la de este Ayuntamiento –gobernado además por una coalición de derechas– en contraste con el de Madrid, que se niega a autorizar la legalización del monumento a las BI en la Ciudad Universitaria y al que, estamos seguros, le gustaría que desapareciera! La línea que separa el pensamiento democrático del fascista es muy delgada y el PP no acaba de deslindar su pretendido ideario democrático de sus raíces franquistas, que se niegan a reconocer explícitamente, aunque le asoman en tantas ocasiones.

Y así, con una alegría gozosa, arropados por el sonido de una gaita y la emoción que nos unía a todos, pudimos ver el memorial realizado por Simon Donnelly. Una pieza de piedra arenisca ligeramente dorada, en forma de prisma de 2 metros de alto por 0,8 metros en sus cuatro lados, que va dejando asomar por diferentes partes de su superficie los elementos básicos: la tierra, el agua, el aire y el fuego. Una dedicatoria a los seis hombres de Limerick, rematadas en su parte superior por la estrella de tres puntas (esperanza, libertad y justicia) componen la cara frontal del monumento. En los laterales aparecen, en el lado derecho, el No pasarán y, en el contrario, los nombres de las principales batallas en que las BI combatieron, desde Madrid hasta el Ebro pasando por Brunete. Ya en su parte posterior está grabado el verso con que Miguel Hernández inicia su poema Al Soldado internacional caído en España: “Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras…”

Este fin de semana Limerick ha tenido alma española. Sus calles, numerosos pubs y otros edificios, estaban engalanadas con numerosas banderas republicanas. Limerick ha sido no solo la capital de la cultura europea; por un corto periodo ha sido la capital de la España republicana. Ojalá el ejemplo se extienda y la República se asiente donde debe: en el solar ibérico.

Albumes fotográficos:

https://www.dropbox.com/sh/ord3ag1d9mvsril/AADCn8fIJjvKx0cFzQx60BONa/Limerick%202?dl=0

https://www.dropbox.com/sh/qdu2w97qphstbjn/AAA3xrpYIyivPd-rawX-_X6Ea

http://www.irishtimes.com/news/ireland/irish-news/limerick-honours-local-men-who-fought-in-spanish-civil-war-1.1929370