Celestino Garcia
Celestino García Moreno, el héroe republicano de Morata de Tajuña
Comisión histórica de la AABI
El sábado 18 de febrero, haremos un homenaje a este soldado republicano que recibió la Medalla al Valor por su coraje en combatir el fascismo. Nunca mejor unirlo con el 80 aniversario de la batalla del Jarama.
Celestino García Moreno, campesino de Morata de Tajuña, ingresó, según señala Juan Modesto en su libro Soy del Quinto Regimiento, en el batallón Thaelman (no confundir con el Thälmann de la XI BI). Fue este uno de los muchos formado, en los comienzos de la guerra, en aquella cantera del Ejército Popular de la República (EPR) que fue el Quinto Regimiento. Estuvo combatiendo durante el verano del 36 en la sierra de Guadarrama.
En octubre de 1936ÂÂ el Thaelman se integró en la 1ª BM y combatió en los meses siguientes por la zona de Madrid y alrededores. En enero de 1937, cuatro de los batallones de la 1ª brigada, entre ellos el Thaelman, se desgajaron para formar la 1ª BM bis o, finalmente, la 9ª BM.
Suponemos que Celestino García se integró desde el principio en la sección antitanquista de esta brigada; y que, por tanto, habría participado en las batallas del Jarama, Brunete, Belchite, Teruel y el Ebro. En el Jarama la 9ª BM tuvo una actuación destacada en los ataques al Pingarrón, como documenta Alexander Rodimtsev (Pablito) en sus memorias Bajo el cielo de España.
En la lucha contra los tanques enemigos Celestino fue herido cinco veces en el curso de la guerra.A finales de 1938 ya era cabo de la Sección Especial de Dinamiteros de la 9ª BM, dentro de la 11 División del EPR. Cuando el ejército de Franco lanzó la ofensiva de Cataluña, la 9ª Brigada, integrada en el V Cuerpo de Ejército mandado por Enrique Líster, se mantenía en la reserva. Los italianos rompieron el frente el 23 de diciembre de 1938 en Serós, al sur de Lérida, y durante una semana los Cuerpos de Ejército V y XV intentaron contener la brecha abierta, cada vez más grande y fuerte. Así cuenta Líster los combates de esos días en sus Memorias de un luchador:
Un papel muy importante en ese primer éxito lo desempeñaron las baterías de antitanques de la 9ª Brigada y los combatientes que, entusiasmados por el ejemplo del soldado Julián Anguís Vázquez, quien destrozó a bombazo limpio el primer tanque que intentaba abrirse paso, liquidaron en un momento doce tanques enemigos. Llega la lª Brigada y de los camiones pasa directamente al ataque. La 1ª Brigada estaba mandada por dos veteranos de gran experiencia combativa. Su jefe, José Montalvo, era conocido por sus dotes de mando y, en particular, por su valor sereno. El comisario, Fortunato Monsalve, era un obrero natural de Viso del Marqués. Desde los primeros días del movimiento se enroló en las Milicias Populares. Viejo luchador de la 11 División, fue ascendido por méritos de guerra a comisario de compañía y más tarde pasó a comisario de batallón y luego de Brigada, por su capacidad y valentía. Murió como un valiente pocos minutos después de comenzar el ataque.
Los días 3 y 4 de enero el V CE se defendió delante de Borges Blanques hasta verse obligado a replegarse hacia Montblanch, ciudad que finalmente cayó el 10 de enero. En los días siguientes las tropas fascistas consolidaron el terreno ganado desde Lérida hasta Tarragona y el 15 iniciaron la ofensiva en dirección noreste, hacia la línea Manresa-Barcelona.
La División Littorio, todavía en vanguardia, tomó Santa Coloma de Queralt el día 16. Fue entonces cuando las tropas italianas obligaron a concentrarse en un campo a las mujeres, ancianos y niños que huían de los invasores y les dispararon con sus ametralladoras. Entre 225 y 250 civiles fueron víctimas de aquella matanza.Este es el relato que hace Líster de aquellas jornadas:
Del 15 al 25 de diciembre de 1938, el V C.E. se bate desde Montblanch al río Llobregat. Cerca de Santa Coloma de Queralt los italianos atacaban al tercer Bon. de la 9 BM. Delante llevaban 15 tanquetas. En ese momento surge el héroe: se llama Celestino García Moreno. Es un campesino de Morata de Tajuña y cabo de la Sección Especial de la 9ª Brigada de la 11 División. Con el cinto rodeado de bombas, salta la trinchera, se lanza contra los tanques, destroza tres y hace huir a los otros doce, regresando a nuestras líneas con cuatro prisioneros italianos: capitán Osvaldo Arpaia, teniente Mario Ricci, y sargentos Narino Rogioni y Nello Mangiacapra, pertenecientes al Reagrupamiento Carristi, agregado a la División Littorio que atacaba el sector.
En realidad fueron dos las veces en que Celestino se enfrentó el día 16 a los tanques. En la primera ocasión destrozó un tanque, llevando a sus líneas las ametralladoras del mismo. En la segunda repitió la proeza que cuenta Líster. El comandante en jefe del Ejército del Ebro, Juan Modesto, cuenta en su libroÂÂ algunos detalles más de aquellos hechos:
En la tarde de ese día [17 de enero de 1939] esperaba al cabo Celestino García. Me lo enviaba, a petición mía, el jefe de la 11 división, Joaquín Rodríguez, quien la tarde anterior había traído a mi puesto de mando la tripulación de un tanque italiano capturada por Celestino y me contó su hazaña.
-Viene del “Thaelmann” -me dijo Rodríguez- y ahora está en la compañía especial de la 9 brigada. Fíjate el regalo que nos ha traído: estos cuatro pajes.
En efecto allí estaban capitán, teniente y dos sargentos,que aún no habían salido de su asombro y no les llegaba la camisa al cuerpo. Los hizo prisioneros Celestino de la siguiente manera: atacaban trece tanquetas. Después de inutilizar la de cabeza (las otras doce “chaquetearon”), se llegó a ella y los mandó salir golpeando con el fusil. Al no obtener contestación, cogió el pico de la propia tanqueta y violentó la puerta sacando a los ocupantes.
En este periodo de la lucha en Cataluña, los combatientes del Ebro y sus cuadros de mando seguían batiéndose contra el enemigo con la decisión y la adhesión que los caracterizaba, aunque con más dificultades que nunca. Celestino era uno de ellos. Ahora estaba con nosotros. Conversamos con él Francisco Antón, Sánchez Rodríguez, el teniente coronel Goiri, el poeta Pedro Garfias […], entre otros.
– Cuéntanos, camarada sargento Celestino -porque ya eres sargento- cómo diriges tu escuadra de cazadores de tanques.
– Después de elegir el sitio antes, o cuando aparecen y vemos por dónde vienen, avanzamos hacia ellos, escogiendo un sitio como en la caza al acecho.
– ¿Y cómo sitúas a la escuadra?
– Yo me pongo delante con una bomba en la mano; las demás me las quito (Celestino llevaba cuatro o cinco al cinto) y hacemos el cordón, pasándonos la bomba uno a otro hasta que llega a mí. Tomo la que voy a tirar y le quito el seguro (lo que hizo).
– ¡Ten cuidado!
– No pasa nada, se lo pongo.
Y se dispuso a hacerlo, pero no sé por qué se le movió el sifón y comenzó a quemar la pólvora que lleva el fulminante, haciendo su sonido característico.
– ¡Cuerpo a tierra! -ordené -¡Desenrosca, Celestino!
– Síííí.
Quitó velozmente el cuerpo superior del artefacto del que arrancó el potente fulminante, y lanzó la bomba corredor adelante, apretando aquel entre sus manos. Yo estaba a su lado siguiendo la operación. La explosión fue ruidosa. Celestino salió con las manos y el bajo vientre acribillados, pero, afortunadamente sin gravedad, por lo abrigado que iba. A mí se me clavaron unas esquirlas en la frente. Pedro Garfias, en la habitación de al lado apareció con una, por cierto muy escandalosa, clavada en el brazo. Nos miró a todos y salió diciendo: ¡Ahora vuelvo!
Veinte minutos después, cuando seguíamos hablando y riendo todos con Celestino, apareció Garfias y leyó un poema de gran belleza dedicado al héroe.
-Ahora te vas a Barcelona, sargento. Van a recibirte Negrín y Rojo. Tienes quince días de permiso para ir a ver a tus padres y a tu novia en Madrid.
Celestino estaba emocionado. Nosotros también. Despedimos al héroe con un fuerte abrazo.
Ese mismo día el Presidente del Consejo y ministro de Defensa Nacional, doctor Negrín, le dirigió la siguiente carta:
Barcelona, 17 de enero de 1939.
Señor don Celestino García Moreno, cabo de la novena
Mi querido amigo:
Me complace testimoniarle mi más efectiva felicitación por su heroísmo al enfrentarse con tres tanques, destrozándoles, y hacer prisioneros a sus tripulantes.
Su hazaña robustece mi convicción de que el valor humano elevado al nivel de sublime sentimiento patriótico, basta vara vencer a las máquinas de guerra.
Me siento orgulloso de consignar públicamente su ejemplo y de manifestarle la gratitud de la República, en tanto le sean discernidas las recompensas a que se ha hecho usted acreedor.
Le saluda afectuosamente
Juan Negrín
En los días posteriores Celestino García Moreno fue grabado y apareció en el noticiario cinematográfico “España al día”. En el reportaje, de 3’ de duración, Celestino narra su gesta con naturalidad y claridad ante la cámara. Tiene su mano vendada como consecuencia del percance que cuenta Modesto. El cortometraje se cierra con estas palabras: “Camaradas, hay que ser como el camarada Celestino García y tirar muchos tanques y salud y república”.
Luego fue recibido por Negrín, quien le concedió pasar unos días de permiso en su pueblo, con su mujer y su madre. Hizo el viaje en avión para llegar pronto a casa ya que, desde 10 meses antes, Cataluña estaba separada del resto del territorio republicano.Celestino disfrutó así del merecido descanso.
El ABC republicano del 22 de enero publicó una nota con el siguiente texto:
Homenaje a García Moreno en Morata de Tajuña. Ayer se celebró en el vecino pueblo de Morata de Tajuña un homenaje de admiración y simpatía al cabo Celestino García, hijo de la localidad. El acto se efectuó en el teatro, y a él asistieron, con el vecindario, fuerzas del Ejército.
Intervinieron el comisario de la División, una muchacha del pueblo, otra de Perales, el antitanquista García, el coronel Ortega, el comisario inspector del Centro, Edmundo Domínguez, y el coronel Recio. Al acto asistieron numerosas mujeres y combatientes, y en las intervenciones que dejamos registradas se trató ampliamente de la movilización general decretada por el Gobierno, lo que causó una buena impresión. Las mujeres se mostraron con el mayor entusiasmo dispuestas a sustituir a los hombres en el trabajo.
En las calles fue objeto el cabo García Moreno de cariñosas demostraciones. El pueblo estaba engalanado y en las calles se leían patrióticos cartelones.
Mientras descansaba en Morata, el gobierno de la República concedió a Celestino (por decreto de 23 de enero de 1938) la Medalla al Valor y el ascenso al grado de sargento, que apenas pudo disfrutar. Fueron días muy tristes para los republicanos, ya que Barcelona cayó el 26 de enero y el gobierno y el ejército republicano se fueron retirando hacia Francia, para cruzar la frontera entre los días 8 y 10 de febrero.
Celestino ya no pudo regresar a Cataluña y se quedó en su pueblo. Al terminar la guerra, fue detenido y acusado (falsamente, como en la mayoría de los casos) de crímenes cometidos en Morata de Tajuña, así como del incendio y saqueo de la iglesia. Fue fusilado el 14 de junio de 1939, junto a 79 compañeros, en las tapias del Cementerio del Este de Madrid. Uno más de los héroes en el combate contra el fascismo y de las miles de víctimas del mismo.