Pere Lachaise 17
Flores tricolores para Gerda Taro, los voluntarios y deportados en el cementerio Père Lachaise de París
Hemos recibido esta crónica de Rose-Marie Serrano (Amigos de los Republicanos Españoles de región parisina), que ha homenajeado a Gerda Taro, enterrada en el cementerio Pere Lachaise, como tantos otros héroes y personajes de nuestra historia. Gracias Rose-Marie y Salud a tu padre Daniel.
La tarde del 27 de julio, con la cesta cargada de flores tricolores, marché para el cementerio del Père-Lachaise de París, por ser el 80 aniversario de la muerte de Gerda Taro en Brunete y acostumbrar llevarle flores a su tumba parisina en julio.
Esperé a dos amigas ante el cartel de la senda del Mur des Fédérés (Los Federados, o sea luchadores de la Comuna de París allí fusilados en fechas dramáticas) pero, como me llamaron para decirme que no podrían llegar, seguí por la senda hasta pasar ante el monumento al general armenio Antranik, tan altivo sobre su blanco caballo de batalla, y llegué a las tumbas de Gerda Taro y del voluntario en España republicana, el médico Domanska (Dr.Dubois, muerto en la batalla de Brunete).
Coloqué la bandera tricolor en la tumba del doctor, al modo de saludo, al lado de la de la heroica fotógrafa, ya que su tumba quedaba este mes de julio repleta de marcas de cariño y de admiración. Leí una página deÂÂ L’ombre d’une photographe, Gerda Taro (La sombra de una fotógrafa, Gerda Taro) de François Maspero (Seuil) y deposité el ramo tricolor.
También puse unas flores al doctor Domanska, cuyo nombre no se lee bien, justo detrás de la placa trasera del monumento de las deportadas de Ravensbrück, en el que también deposité flores.
Por delante del monumento a las deportadas de Ravensbrück está el monumento al Coronel Fabien y a sus compañeros, en el que también deposité unas pocas, como en el monumento cercano de los Brigadistas, el único que hubo hasta la placa de la avenida Mathurin Moreau (2011) y hasta el monumento de «L’Apporteur d’espoir» (El que trae la esperanza) de la estación de Austerlitz de octubre de 2016.
Después marché a saludar a Francesc Boix en su nueva tumba parisina (del 16 de junio).
En la tumba del «fotógrafo del horror» (El fotógrafo del horror, libro de Benito Bermejo, recién traducido y publicado en francés) quedaban aún flores marchitas del homenaje de junio.La reconocí por el triángulo, que fue azul, pero ahora marrón negruzco debido a la sequía y por el lazo de la alcaldía.
Deposité unas flores tricolores frescas y trataré de llevárselas a menudo ya que ahora es posible con la tumba cercana. Fue un gran periplo ir con flores tricolores hasta Thiais antes de que existiera el tranvía, como allí estuve en 2014. Ahora será un paseíto de la memoria en un lugar cargado de referencias a la Historia y Cultura francesa y mundial.
De poder, llevaré a unos alumnos a ver su tumba y la de Gerda Taro, ya que ambos jóvenes –apenas más viejos que ellos–tuvieron la República española en el corazón y ambos quedan ahora reunidos en la capital parisina, dos destinos extraordinarios en la Villa de Eugène Pottier, para el que me quedó una rosa roja, que deposité al pasar delante de su tumba, antes de volver por la senda y saludar de vuelta al general Antranik, héroe nacional de Armenia, después de haber rendido homenaje a los héroes republicanos españoles y voluntarios de la Libertad, tan lejos de su país como lo están los restos deÂÂ ambos inolvidables jóvenes fotógrafos Gerda Taro y Paco Boix.
¿No sería para Gerda como para Francesc Boix una gran victoria contra el olvido la vuelta de laÂÂ República a España a pesar de los 80 años transcurridos?
¡Gloria a Gerda Taro y a Francesc Boix!
¡Viva la República!